Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad que se presenta como un miedo irracional ante un peligro que no es real. Este miedo extremo debilita a la persona que lo sufre ante una situación, lugar o animal, provocándole un fuerte temor irracional.
Uno de los principales síntomas que presenta una persona con fobia es la ansiedad que genera ante una situación u objeto concreto. Por ejemplo, la aracnofobia o fobia a las arañas produce situaciones de miedo intenso, pánico o ansiedad cuando una persona se expone a una araña o sabe que va a encontrarse con una.
Es completamente normal y habitual que la persona que sufre una fobia, intente evitar su encuentro con el objeto que se la produce para no exponerse a esa situación de miedo.
Aunque en ocasiones se utilicen ambos términos indistintamente, significan cosas diferentes. Mientras que alguien que sufre una fobia, presenta una gran ansiedad que puede acabar en pánico e incapacidad de realizar una acción, alguien que siente miedo, por el contrario, puede sufrir ansiedad pero esta no le impide llevar a cabo su propósito ni llevar su vida con normalidad.
Aunque no sea muy común conocer casos cercanos de fobia, es un trastorno más común de lo que se suele creer. Según algunas fuentes, el 6% de la población europea presenta fobias y más de la mayoría no han sido diagnosticados ni, por tanto, tratados.
El sufrimiento de una fobia o miedo irracional no es algo fácil de llevar, especialmente cuando por circunstancias debes estar expuesto al objeto o situación que te produce miedo.
La mayoría de las veces, la presencia de fobias tiene consecuencias como evitar situaciones que llevan a un deterioro de relaciones sociales, empeoramiento de la calidad de vida, disminución de la confianza en sí mismo o cambio de hábitos saludables.
Actualmente se distinguen tres tipos de fobias en función de su origen o del tipo de miedo irracional en el que se basan, distinguiendo así entre fobia social, fobia específica o agorafobia.
Este tipo de fobia consiste en un miedo intenso e irracional a situaciones o experiencia sociales en las que la persona afectada siente pánico al enfrentarse por ejemplo a una exposición ante un grupo de gente.
A este tipo de fobia también se le llama ansiedad social.
Este tipo de fobia se produce cuando se desarrolla un miedo concreto a un objeto o a una situación específica como puede ser una tormenta (brontofobia), a las alturas (acrofobia), a algunos animales, o a las agujas.
La agorafobia consiste en el miedo a espacios abiertos o cerrados, a encontrarse entre mucha gente o por el contrario, a estar completamente solo.
Existen terapias específicas, como la terapia cognitivo conductual, que es eficaz en el tratamiento de trastornos. Este tipo de terapias son realizadas en nuestro centro psicológico de tratamiento de fobias en Murcia.
Si necesitas ayuda profesional para tratar una fobia, pide ayuda a las personas adecuadas y no dejes que tu temor domine tu vida.